jueves, 27 de febrero de 2014

El rol de la inflamabilidad de muebles en las pérdidas ocasionadas por incendios

Problema Viejo, Aspecto Nuevo

Por Fred Durso, Jr.    

El rol de la inflamabilidad de muebles en las pérdidas ocasionadas por incendios residenciales ha sido debatida y estudiada durante décadas. Al centro de una nueva ronda de actividades, inevitablemente surge una pregunta clave: ¿y ahora… como seguimos?

Si usted se encuentra cómodamente sentado en su sillón favorito para leer este artículo, debería saber que ese lugar en el que está sentado ha sido objeto de gran debate durante décadas.

Sillones, sillas y otras piezas de mueblería, muchas de ellas generosamente rellenas con materiales combustibles, juegan un importante papel en la propagación de incendios residenciales, en los daños a la propiedad, muertes y lesiones. Según estadísticas de NFPA, los muebles tapizados, siendo el primer artículo que se enciende o el artículo principal que contribuye a la propagación del fuego, han tenido un papel preponderante en casi un cuarto de todas las muertes producidas en incendios estructurales residenciales en años recientes.

La inflamabilidad de los muebles—la probabilidad de que una pieza de mueblería se encienda al ser expuesta al fuego—también contribuye a la creciente preocupación sobre bomberos combatiendo, como nunca antes, incendios cada vez más importantes y de más rápida propagación. La espuma de poliuretano que rellena la mayoría de los muebles tapizados de la actualidad, se enciende rápidamente y puede producir una combustión súbita de propagación veloz y generalizada en la vivienda. Según un artículo publicado el año pasado en The New York Times, el comportamiento de los incendios residenciales se ha modificado tan drásticamente en las últimas décadas, que el Departamento de Bomberos de la ciudad de Nueva York ha comenzado investigaciones sobre nuevas tácticas para el combate de incendios, que dan tratamiento a la amenaza generada por las piezas de mueblería. Todo esto está sucediendo en ausencia de una normativa nacional que requiera pruebas de inflamabilidad para los muebles tapizados. Desde la década del 70, California ha requerido pruebas de inflamabilidad para todos los muebles tapizados que se venden en el estado, y estos requisitos se consideran, a nivel nacional, una norma de facto. Pero los expertos dicen que es imposible saber cuántos fabricantes en el país están dando cumplimiento a los requisitos de California, y que una reglamentación nacional aseguraría una mayor cantidad de pruebas mientras se implementan los procedimientos de prueba normalizados.

California también está lista para entregar una cláusula clave sobre pruebas de llama abierta de la nueva edición de su reglamentación, una movida que ha inducido a otras organizaciones a considerar el tratamiento del problema de la inflamabilidad de los muebles—incluida la necesidad de una norma nacional. La Comisión de Seguridad de Productos para el Consumidor (CPSC, por sus siglas en inglés), que ha reglamentado con efectividad la inflamabilidad de los colchones, recientemente ha buscado aportes para el desarrollo de una norma sobre la inflamabilidad de los muebles. NFPA también ha hecho de este tema una prioridad. En respuesta a la actividad en California y en la CPSC, el año pasado la Junta Directiva de la NFPA le solicitó a la Asociación que defina y describa el problema de la inflamabilidad de los muebles. El libro blanco resultante, “Inflamabilidad de los muebles tapizados”, fue terminado en febrero y contiene un análisis detallado sobre incendios residenciales en donde hay muebles involucrados. (Un extracto se encuentra disponible en nfpa.org/furniture_analysis.) Además, el Consejo de Normas de la NFPA está solicitando Comentarios Públicos para un posible método de prueba que evalúe la resistencia al fuego de los muebles tapizados expuestos a la llama de una fuente de ignición.

“Es oportuno tratar este tema, ha llegado el momento”, dice Philip Stittleburg, presidente de la Junta Directiva de la NFPA. “Hemos abordado otros aspectos de los incendios residenciales y de las muertes por incendio; desde rociadores de incendio residenciales hasta el uso de alarmas de humo, y ahora es el momento de reconsiderar el tema de los artículos de mueblería. Es un problema en el que estuvimos trabajando durante muchos años, y es necesario ponernos de acuerdo en tanto a cuál será nuestro próximo paso lógico”.

TB 117 y el debate sobre las pruebas de llama abierta de California
En 1975, luego de revisar los datos de incendio del estado, los legisladores de California decidieron reglamentar la prueba de los muebles tapizados que se vendían en el estado y emitieron un Boletín Técnico (TB) 117, Requisitos, procedimiento de pruebas y aparatos para la prueba del retardo de llama de materiales de relleno resilientes utilizados en muebles tapizados. Casi 40 años después, California continúa siendo el único estado que cuenta con una prueba de inflamabilidad para muebles en sus registros.

Reacios a perder el masivo mercado potencial del estado, muchos fabricantes del país han adherido a los requisitos de California. “Algunos de los más importantes fabricantes no saben necesariamente a dónde se enviarán sus productos ni en dónde se venderán”, de modo que cumplen la reglamentación de California, dice Tonya Blood, jefa de la Oficina de Reparaciones de Electrodomésticos, Mobiliario para el Hogar y Aislación Térmica de California, que controla al TB 117. “Producen masivamente, y es más eficiente para ellos producir un solo tipo de mueble”.

Pero resulta difícil calcular la cantidad de fabricantes de muebles y proveedores de material en otros estados que adhieren a la norma californiana; los representantes de la industria creen que la mayoría de los fabricantes están dando cumplimiento a la norma, mientras que algunos del sector de pruebas son más escépticos. “Nadie puede decirlo”, dice Dick Gann, científico emérito del Instituto Nacional de Normas y Tecnología (NIST por sus siglas en inglés), quien ha estado investigando la inflamabilidad de los muebles y otras cuestiones relativas a los incendios durante casi el mismo tiempo en que ha existido el TB 117. “No podría ni siquiera estimar si es el 10 por ciento o el 90 por ciento del mobiliario vendido en los otros 49 estados que cumplen con estas normas. No hay manera de rastrearlo”.

Las pruebas del TB 117 han ido evolucionando hasta incluir la prueba en telas de tapicería y en muebles a escala. En comparación, el Reino Unido tiene su propio conjunto de requisitos de prueba para llamas abiertas y fuentes sin llama elaborados en torno a la Norma Británica 5852, Métodos de prueba para la evaluación de la combustibilidad de asientos tapizados mediante fuentes de ignición con y sin llama. Emitida originariamente en 1980, la norma prueba componentes a escala y piezas de mobiliario, y ha continuado de manera bastante consistente desde su edición 1988.

La norma californiana incluye la prueba de igniciones sin llama, tales como incendios provocados por cigarrillos, así como igniciones de llama abierta provocadas por fuentes tales como cerillas o velas. La prueba sin llama evalúa la resistencia a la ignición por cigarrillo en telas de tapicería, materiales de barrera y materiales de relleno, con cada componente montado a escala y expuesto a la ignición de un cigarrillo encendido.

El año pasado, sin embargo, California dio comienzo a los esfuerzos para revisar el TB 117—la primera revisión desde que se efectuaron modificaciones menores en la edición 2000—y eliminó la prueba para la pequeña llama abierta. La prueba requería que la espuma de poliuretano, utilizada comúnmente como relleno para muebles, soportara la exposición a una pequeña llama abierta durante 12 segundos. Una manera—y la más accesible—de que la espuma altamente combustible pudiera pasar dicha prueba era la de ser tratada con productos retardantes de fuego. Preocupados por la posible toxicidad de algunos de estos productos químicos, grupos defensores de consumidores y personas a cargo de la elaboración de normas del estado, con el apoyo del Gobernador Jerry Brown, presionaron para que se eliminara del TB 117 la prueba de llama abierta. Argumentaron que la prueba sólo alentaba el uso de productos retardantes de fuego, potencialmente tóxicos, y que generaba una amenaza mucho más seria que el mismo fuego. Una revisión propuesta para el TB 117 elimina la prueba de llama abierta pequeña. No obstante, Blood dice que, en un futuro cercano, la Oficina continuará estudiando las pruebas de ignición de llama abierta.

La posición de la NFPA sobre la revisión, es que pruebas que se enfocan principalmente en igniciones de cigarrillos encendidos no toman en cuenta aspectos importantes con respecto al papel que los muebles tapizados pueden jugar en escenarios de incendio del mundo real. En una carta dirigida a Blood, enviada como parte del período de comentarios públicos para el TB 117, el Presidente de la NFPA James Shannon citó un reciente análisis de la NFPA respecto a las estadísticas nacionales sobre las pérdidas ocurridas en incendios residenciales relacionadas con muebles tapizados. El análisis, llevado a cabo por el Dr. John Hall, director de la División de Análisis e Investigación de Incendios de la NFPA, determinó que los muebles tapizados constituyen el artículo principal que contribuye a las muertes en incendios residenciales, y que da cuenta del 24 por ciento de todas las muertes en incendios residenciales de los últimos años. (Este porcentaje incluye tanto incendios que comenzaron en muebles tapizados como incendios que crecieron y se propagaron básicamente mediante la participación de los muebles tapizados.) De esas muertes, 45 por ciento pueden atribuirse a la ignición por cigarrillo. Un 21 por ciento adicional puede atribuirse a la ignición por llama de algún otro artículo encendido—habitualmente una fuente de llama abierta mayor—y un 10 por ciento puede atribuirse a la ignición de una llama abierta pequeña. Los hallazgos de Hall están incluidos en el libro blanco sobre “Inflamabilidad de los muebles tapizados”. (Para más estadísticas, vea “Inflamabilidad de muebles en números”)

“Reflejando estas estadísticas, la NFPA cree profundamente que una reglamentación de seguridad contra incendios debe abarcar en su totalidad los muebles tapizados y debe dar abordaje a la completa gama de escenarios de incendios de envergadura, incluidos los escenarios de llama abierta”, Shannon le escribió a Blood. “También creemos que los resultados de las pruebas de incendio deben reflejar el comportamiento de los muebles a escala completa en estos escenarios. Investigaciones recientes hechas por NIST y CPSC sugieren que la sola prueba de ignición sin llama sobre un componente (como la propuesta en el TB 117) no refleja de manera adecuada este comportamiento”.

No sólo igniciones sin llama: Desarrollo de nuevas pruebas de llama abierta
Para dar abordaje a la probable remoción de las pruebas de llama abierta del TB 117, NFPA se encuentra en la fase inicial para determinar si desarrollará su propia prueba de llama abierta. Durante la reunión de agosto del Consejo de Normas de la NFPA, el Comité de la NFPA sobre Pruebas de Incendio presentó ante el Consejo una solicitud para desarrollar dicha prueba. El comité tiene a su cargo la NFPA 260, Métodos normalizados de prueba y sistemas de clasificación para la resistencia a la ignición por cigarrillos en componentes de muebles tapizados, y NFPA 261, Método normalizado de prueba para la determinación de la resistencia de montajes del material de muebles tapizados a escala a la ignición con cigarrillos encendidos. Sin embargo, ambas pruebas, únicamente dan abordaje a igniciones sin llama. (En 1990, ASTM International, antes la Sociedad Estadounidense de Pruebas y Materiales, emitió dos normas similares en su alcance a la NFPA 260 y NFPA 261 que también trataban las igniciones por cigarrillos.) Se puso en consideración el pedido del comité, y el Consejo de Normas se encuentra ahora solicitando comentarios públicos sobre la necesidad de dar tratamiento al escenario de pruebas de llama abierta.

“El comité entiende que la ignición por llama abierta es un riesgo importante para los incendios de muebles tapizados”, dice Tracy Vecchiarelli, enlace de personal de NFPA para NFPA 260 y NFPA 261. “La industria tiene un bache allí, y estamos intentando arreglarlo”. En algún momento del año que viene, el Consejo de Normas revisará todos los comentarios públicos sobre el tema y comenzará el desarrollo de un método de prueba para igniciones de llama abierta.

En otras partes, hay esfuerzos en curso para desarrollar métodos alternativos para la fabricación de muebles tapizados más resistentes al fuego. En la actualidad, NIST y la Oficina de Protección del Medioambiente están trabajando para identificar la próxima generación de retardantes de fuego responsables para con el medio ambiente. Otras investigaciones sugieren que puede ofrecerse resistencia a la ignición por llama abierta utilizando sistemas de barrera cortafuego, una combinación de capas y recubrimientos para telas de muebles tapizados que o bien retardan el crecimiento del incendio o evitan la ignición de los materiales de relleno. NIST está investigando sistemas de barreras cortafuego y métodos de medición para determinar si estos sistemas funcionan, dice Gann, y estudios de la CPSC llevados a cabo junto con NIST han indicado una “significativa promesa” para las barreras. Blood dice que la Oficina lanzará un estudio de dos años sobre barreras cortafuego que comenzará tan pronto como se termine la edición 2013 del TB 117. También está en curso un trabajo de desarrollo de espuma de poliuretano flexible para muebles tapizados que tiene una menor tendencia a la ignición sin llama, y si se enciende, lo hace a una velocidad menor que las espumas habituales.

Mientras tanto, algunos grupos están ejerciendo presión para lograr el cumplimiento voluntario de las pruebas de inflamabilidad. El Consejo de Acción de Muebles Tapizados (UFAC), una asociación industrial de comercio, cuenta con sus propios métodos de prueba voluntaria que guían la ignición por cigarrillos de los componentes de los muebles. Según este grupo, 73 fabricantes han asumido el “compromiso” con UFAC para producir muebles que adhieren a su prueba de resistencia a la ignición por cigarrillos, similar en su alcance a NFPA 260.

Todos estos esfuerzos parecieran estar teniendo un impacto en la reducción de pérdida de vidas y propiedades. En las últimas tres décadas, según el libro blanco de la NFPA, ha habido una tendencia descendente en incendios que comienzan con la ignición de muebles tapizados y pérdidas asociadas, pero es incierto el tiempo en que pueda continuar esta tendencia. “Es claro que han habido ganancias sustanciales como resultado de lo que se ha hecho”, dice Gann de NIST. “Pero los métodos de prueba han existido por más tiempo que lo que hemos tenido nuestros muebles en nuestros hogares. Si tales pruebas dieran por resultado una caída del 40 por ciento en las fatalidades ocurridas por incendios de mobiliario, allí haríamos base, dado que los muebles que cumplen esos requisitos no serían mejores ni peores”.

Reglamentación nacional: Cuatro décadas de elaboración
Durante cuatro décadas, CPSC ha estado trabajando esporádicamente en la versión de una norma federal sobre pruebas de inflamabilidad. Como parte del último esfuerzo de la CPSC, NFPA envió sus opiniones, en las que se reflejaban la retroalimentación enviada para la revisión del TB 117, durante el período de comentarios públicos que finalizaba en julio sobre el desarrollo de una norma para pruebas de resistencia a la ignición por cigarrillo. El personal de CPSC se encuentra en la actualidad evaluando y probando propuestas de opciones de normas de desempeño.

Abundan las teorías sobre la razón por la cual no existe aún una reglamentación nacional sobre pruebas de inflamabilidad en muebles. Gann tiene la hipótesis de que no tenía sentido enfrentar un problema cuando las soluciones —TB 117, así como las normas UFAC, ASTM y NFPA—parecían hacerlo. La resistencia de la industria no ha sido realmente un factor, dice Hall de NFPA, dado que los fabricantes de muebles tenían pocos motivos para creer que una norma nacional sería muy diferente de la reglamentación californiana, que muchos de ellos ya cumplían. Asimismo, los datos sobre la inflamabilidad de los muebles se enfocaban habitualmente en el primer artículo encendido, y sólo recientemente, cuenta Gann, las investigaciones revelaron que el daño en la propiedad, lesiones y muertes ocurridos en incendios con muebles tapizados aumentaban cuando se consideraban los muebles como artículo principal que contribuía a la propagación del fuego, un tema subrayado en el reciente análisis de NFPA. En 1999, una versión actualizada del Sistema Nacional de Informes de Incidentes de Incendio, que recopila una cantidad de datos de los departamentos de bomberos de los EE.UU., comenzó a juntar información sobre los principales artículos que se encienden durante los incendios, facilitando a los investigadores la cuantificación del problema.

La detallada investigación de métodos de prueba antes de convertirlos en ley, pudo haber también demorado la implementación. “Es necesario hacer la tarea para asegurarse que se ha seleccionado la prueba correcta a pequeña escala, de modo de tener la confianza de que se logrará la predicción de una prueba a escala completa”, dice Gann. “En estos momentos, quienes están a cargo de elaborar las reglamentaciones no cuentan con esa seguridad”. NIST está intentando obtener esa seguridad mediante el análisis de diversas configuraciones de telas y rellenos para muebles, cuenta Gann, con el objetivo de categorizar estas configuraciones en un puñado de procedimientos para pruebas de inflamabilidad.

A medida que continúan las investigaciones y que las personas a cargo de las reglamentaciones consideran sus próximos pasos, NFPA busca aumentar la conciencia sobre los incendios de mobiliario que son responsables aproximadamente de 610 muertes al año, o casi un cuarto de todas las fatalidades ocurridas en incendios residenciales. “No estoy tan seguro si el problema de la inflamabilidad de los muebles es lo suficientemente reconocido”, dice Stittleburg de NFPA. “Supongo que si se considera el contexto global, 610 muertes podrían no parecer tan significativas si se piensa en la cantidad de gente que muere en accidentes de tráfico. No obstante, 610 muertes es un número alto para nosotros, y continuaremos concientizando y encontrando soluciones a este problema”.

Fred Durso, Jr. es redactor del NFPA Journal.
Inflamabilidad de muebles en números
Según un reciente análisis de NFPA sobre incendios en los últimos años, se ha encontrado que los muebles tapizados son responsables de:

+ La mayor cantidad de muertes por incendio ocurrido por ignición de cualquier artículo en los hogares estadounidenses

+ 8,900 incendios estructurales residenciales

+ 480 muertes—casi el 20 por ciento de todas las muertes ocurridas en incendios residenciales—840 lesiones y US$427 millones en daños a la propiedad cuando se encienden en primero lugar los muebles tapizados

+ 610 muertes—casi un cuarto de todas las muertes ocurridas en incendios residenciales—1,120 lesiones, y US$566 millones de daños en propiedades cuando los muebles tapizados fueron el artículo principal que contribuyó a la propagación del incendio

+ 1,900 incendios, 270 muertes de civiles, 320 lesiones en civiles y US$97 millones en daños a la propiedad cuando la fuente de ignición era producto de tabaco encendido

+ 2,200 incendios, 130 muertes de civiles, 280 lesiones de civiles, y US$138 millones en daños a la propiedad cuando la fuente de ignición era una llama abierta de otro incendio

+ 1,500 incendios, 70 muertes de civiles, 140 lesiones de civiles, y US$81 millones en daños a la propiedad cuando la fuente de ignición eran equipos en funcionamiento, tales como los calefactores ambientales

+ 1,400 incendios, 60 muertes de civiles, 220 lesiones de civiles, y US$69 millones en daños a la propiedad cuando la fuente de ignición era una pequeña llama abierta, como una vela o cerilla

+ 1,300 incendios, 60 muertes de civiles, 130 lesiones de civiles, y US$150 millones en daños a la propiedad cuando la fuente de ignición era una brasa, ceniza u otro objeto caliente o candente sin clasificar

+ 600 incendios, 20 muertes de civiles, 30 lesiones de civiles, y US$31 millones en daños a la propiedad cuando la fuente de ignición estaba sin clasificar, era otra, o una fuente de calor múltiple

Fuente: “Inflamabilidad de muebles tapizados” de NFPA. Para leer extractos del informe, visite nfpa.org/furniture_analys

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